Psic. Clínica, Denisse Leclerc

19/10/2024

Las fobias son trastornos de ansiedad que se manifiestan como un miedo intenso y persistente hacia objetos, situaciones o actividades específicas. Este temor, aunque a menudo irracional, puede desencadenar respuestas emocionales abrumadoras, afectando de manera significativa la vida cotidiana de quienes las experimentan.

Existen diferentes tipos de fobias. Las fobias específicas se refieren a miedos intensos hacia objetos o situaciones concretas, como el miedo a las arañas (aracnofobia) o a los espacios cerrados (claustrofobia); por otro lado, la fobia social implica un temor profundo a situaciones en las que la persona puede ser evaluada o juzgada negativamente, lo que puede llevar a evitar actividades cotidianas como hablar en público o asistir a reuniones. Además, está la agorafobia, que se manifiesta como un miedo a situaciones donde escapar puede resultar difícil, como en multitudes o al usar el transporte público; este tipo de fobia puede restringir significativamente la movilidad y la autonomía de quienes la padecen.

Las fobias pueden desarrollarse por diversas razones. Entre ellas se incluyen experiencias traumáticas, donde un evento negativo relacionado con el objeto o situación fóbica puede desencadenar el miedo; también puede influir el condicionamiento clásico, en el que un estímulo neutral se asocia con una respuesta de miedo. Además, existen factores genéticos que pueden predisponer a una persona a desarrollar fobias. Por último, los factores ambientales, como la crianza y el entorno familiar, también juegan un papel importante en la aparición de estas fobias.

Las fobias pueden afectar gravemente la calidad de vida, causando:

• Aislamiento social: Evitar las situaciones temidas puede llevar a la persona a alejarse de sus relaciones sociales.
• Problemas laborales: En el caso de la fobia social, esto puede interferir con el desarrollo profesional y las oportunidades laborales.
• Impacto en la salud mental: Las fobias a menudo se relacionan con la depresión y la ansiedad generalizada, lo que puede agravar la situación emocional del individuo.

El tratamiento de las fobias generalmente implica terapia psicológica, que incluye técnicas de exposición al estímulo fóbico con el fin de desensibilizar al paciente. Además, las técnicas de relajación son útiles para manejar la ansiedad asociada. En algunos casos, también puede ser necesario un tratamiento farmacológico que complemente la psicoterapia.

Recuerda que, si necesitas orientación y ayuda psicológica, contáctanos al Centro Simi de Salud Emocional (SIMISAE) puedes llamar al 800 381 723 para acceder al servicio vía telefónica o al correo centrodiagnostico@simisae.cl.